lunes, 24 de diciembre de 2012

Carta de Navidad para Swingradio

Queridos amigos desconocidos,

Hace tiempo que me acostumbré a escribir para vosotros, directamente a vuestros corazones sin saber vuestros nombres, ni haber visto vuestras caras. Hace ya tres an~os que inicié mi andadura literaria en internet. Todo comenzó con la pregunta de una faceamiga de un compan~ero de estudios, de si podía publicar una cita mía en su blog. Sin saber de quién se trataba, le dije que sí, más tarde me enteré de que Luisa Nun~ez es la presidenta del Blog Canal Literatura. Desde entonces me estuvo publicando regularmente durante meses por iniciativa propia. En ocasiones yo misma me enteraba de que me había publicado, por casualidad, días más tarde. Cuando comencé en el 2009 mi perfil contaba con 17 faceamigos, hoy he perdido la cuenta de las personas que me siguen por este medio. Al principio la idea de contactar directamente con lectores desconocidos me resultaba muy exótica, especialmente cuando me enteraba de que a alguien me solicitaba amistad desde Filipinas o desde Australia, para poder leer más. Empecé a sorprenderme de las posibilidades que la red me ofrecía, cuando una "facedesconocida", minutos después de haber encontrado un poema mío, escrito y publicado dos horas antes, me solicitaba amistad y me preguntaba si podía publicar mi poema en una revista literaria chilena publicada por el liceo donde Gabriela Mistral daba clases a Pablo Neruda.

Aquí me encuentro nuevamente frente al teclado, porque mi querida amiga Belén, me ha pedido que os escriba una carta especialmente dedicada a todos aquellos que pasáis las fiestas lejos del hogar y de los seres queridos. Y me lo ha pedido sabiendo que en el tema me puedo considerar una experta, emigrante voluntaria desde hace 22 an~os, con interrupciones, pero que al parecer van a ser muchos más, ya que he vuelto a tomar la determinación de asentarme definitivamente en Berlín, desde donde os escribo. Hace varios días que estoy pensando en lo que os quiero decir, pero lo he vuelto a dejar para el último minuto, porque sentía una melancolía que me ahogaba, y cuando me siento así prefiero no escribir. No me gusta ponerme a escribir hasta que no siento una necesidad imperiosa de hacerlo. Es un proceso complicado para mí, por lo íntimo, no por otra cosa. Escribir es un desnudarse más allá de la piel.

Me viene a la mente Sabina " más triste que un torero, al otro lado del telón de acero: Así estoy yo sin ti." Y así como dice el maestro, así es la perenne tristeza del que se ve obligado a estar constantemente separado de lo que ama, especialmente en fechas en las que, como bien dice aquel legendario anuncio del turrón, lo ideal es que "se vuelva a casa por Navidad". Por muchos an~os que uno pase fuera de su lugar natal, lejos de su cultura, de sus parientes y amigos, uno no puede dejar de sentir esa espinita clavada en el corazón. Las celebraciones entran~ables de la nin~ez, donde nos reuníamos treinta personas en el pisito de la abuela y cantábamos, tocábamos panderetas, zambombas y botellas de anís; aquellas noches eternas de Reyes, aquellos programas musicales de la TVE para la Noche Vieja, que nos hacían son~ar y creer en la magia...Bendita inocencia! Estando lejos en el tiempo y en el espacio, aquellos tiempos me parecen rozar la perfección. Éramos simplemente felices, subrayando el "simplemente". Si la felicidad es el equilibrio entre lo que somos, lo que tenemos y a lo que aspiramos, entonces pasar unas felices fiestas es nuevamente un ejercicio de equilibrismo:

La primera pregunta, quién soy, implica el reconocernos como seres sociales que somos, que no pueden sobrevivir sanamente a largos periodos de soledad, de aislamiento, de estar apartados de quien amamos y de quien nos ama. Quién soy se ve especialmente reflejado en la pregunta a quién amo, porque en realidad somos lo que amamos, somos lo que damos por amor. Aquí llegamos a la parte del tener y dar. Qué tengo es una pregunta que parece tener más importancia que nunca en nuestra sociedad capitalista desigualitaria. De lo que tengo, qué voy a dar en estas fiestas? Qué voy a recibir? Es la distancia física un impedimento? Hoy en día no, no lo es. Gracias a Correos y a los múltiples medios de comunicación, podemos dar más que nunca, con inmediatez. Video conferencias, mensajes de amor digitales, paquetes de regalo que nos llegan directamente de tiendas on-line , envíos de dinero internacionales... Qué tal algo hecho por nosotros mismos o por nuestros hijos? Como tu tiempo es oro, el tomarte algo de él para crear algo especial, para alguien especial, es el más valioso de los regalos, no?? El mundo es más pequen~o que nunca. Todo intercambio se ha agilizado, tanto es así que nos encontramos bajo la continua presión de tomar decisiones y realizar tareas múltiples, paralelamente, sin descanso. Es así como vamos a celebrar también la Navidad? Es el preámbulo ideal para la "Noche de Paz"?.A qué aspiro es el tercer elemento primordial en el triángulo de la felicidad. Cómo quiero pasar mis fiestas, mi final del 2012 ( si uno tiene en cuenta las tendencias apocalípticas, nuestro final y punto). Los que estamos lejos, tenemos la suerte de poder seguir viendo la tele y escuchar la radio de nuestro país por satélite o por internet, con lo que nos podemos sentir más cerca. Podemos incluso invitar a nuestros amigos extranjeros a sus primeras doce uvas y su primer turrón. Así que a lo que aspiramos, los emigrantes, es a crear para nosotros mismos una puerta a una nueva dimensión en la que las barreras de espacio o tiempo no sean un impedimento para sentirnos unidos a nuestros físicamente lejanos seres queridos, pero espiritual y emocionalmente más cercanos que nunca. Es mejor así, que sentirnos alejados y abandonados por los que nos rodean. O ignorar a los necesitados que nos rodean. Personalmente he decidido dedicar parte de mi tiempo a servir como camarera en un comedor social los domingos y festivos, asignatura que tenía tan pendiente como el gimnasio al que me acabo de apuntar. No hay nada como proponerse algo y hacerlo!! La sensación de cercanía es tan subjetiva, que uno puede sentirse unido a todo, con decidirlo. Así lo he decidido yo. He decidido que Berlín se encuentra solamente a "las afueras" de mi ciudad natal. Y, en realidad, no es una idea tan disparatada, pues un vuelo tarda solamente dos horas y media hasta Barcelona. Un visto y no visto. Y cada vez que me encuentro a un amigo berlinés en Las Ramblas, se confirma la teoría del mundo pan~uelo. Así que, sabiendo que no tenemos por qué sentirnos lejanos o aislados los unos de los otros, aquí me tenéis dedicándome a reflexionar sobre la relatividad de la lejanía en las fiestas, o en cualquier otro momento, porque hoy en día, más que nunca, son nuestros corazones los que se conectan a través de las ondas.

Felices fiestas a todos, a más de 2000 Km ( tan lejos y tan cerca), gracias a nuestra querida Belén, que nos ha conectado!!

Besos como mariposas revoloteando libremente,

Almudena

viernes, 16 de noviembre de 2012

madres amparadas: Madre no hay más que una

madres amparadas: Madre no hay más que una: Hay un dicho chino que creo que resume perfectamente el papel que, a mi modo de ver, debería tomar la sociedad respecto de la maternidad: "S...
Hoy voy a empezar con mi diario en Alemania. He decidido compartir con vosotros algunos aspectos de mi vida privada, porque creo que os pueden interesar: Hoy voy a visitar un piso, para ver si me interesa...Es un piso de una habita
ción, porque es el tipo de piso que el Jobcenter (la oficina de empleo alemana) está dispuesta a pagarme. Sí, el gobierno alemán corre con los gastos del alquiler, incluidos los dos meses de depósito, la calefacción, el agua, la electricidad y una cantidad, que no ha sido decidida por el momento, para mis gastos personales. Llegué a Berlín el 27 de agosto y la semana pasada decidí volver ha estabilizarme aquí, después de haber entregado cientos de currículums en Barcelona, sin haber recibido respuesta alguna. Cuando me presenté en la oficina, con toda la documentación necesaria para demostrar que he estado casada con un alemán, que he vivido y trabajado aquí anteriormente, que tengo aquí a un hijo (16) residiendo en Berlín ...me han tratado muy bien y me han concedido todas las ayudas, para que pueda estabilizarme. La prioridad es encontrar un piso y, una vez mudada, me concederán ayudas para el mobiliario. Qué os parece? He decidido que no vuelvo a pagar impuestos en otro lugar que no sea éste, porque aquí pagas, como yo pagué en el pasado, pero cuando necesitas ayuda, la recibes, no como en "Un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..."Si tengo suerte y me conceden el piso, a primeros de diciembre tendré una base para "buscarme la vida" como las personas. Y digo esto, porque de abril a agosto estuve viviendo prácticamente en la calle, excepto tres semanas que pasé en casa de una desconocida que me ofreció alojamiento gratuito después de conocerme en la iglesia ICB, International Church Barcelona, donde cantaba gospel los domingos. Dormí 5 noches en cajeros de banco, dos de las cuales sola, dos semanas en la entrada de unas oficinas en la calle Valencia, enfrente de una floristería que habre 24 horas y el resto del tiempo en el Parque de la Ciudadela, entre rumanos, checos, y cada vez más espan~oles (el teclado alemán no tiene n~, jajajaja). Ahora he de salir, pero continuará...

lunes, 2 de enero de 2012

Feliz Año

"Deseo que este año nos sorprenda siendo el mejor de nuestras vidas, superando con creces todo cuanto podamos imaginar hoy...¿Por qué no? Simplemente dejemos de prestar atención a las pesimistas predicciones que lo oscurecen y dejemos de preocuparnos por profecías oscurantistas. Concentrémonos en poner nuestro granito de arena para que la Vida siga su incesable curso hacia el infinito, pues mientras hay vida, mientras somos vida, somos esperanza. El 2012 es nuestro mejor proyecto y será nuestra mejor oportunidad de crecernos con el reto."Almudena Aibar Hidalgo

sábado, 3 de diciembre de 2011

sábado, 4 de junio de 2011

MANIFIESTO DE SOL

Manifiesto de los acampados en Sol





Nadie os obligó a ser políticos. Ninguno de nosotros os pidió que sirvierais al país. Fue vuestra decisión, libre y soberana, así que no vamos a bajar el listón de nuestra exigencia, al contrario, vamos a incrementarlo como nunca antes lo habíamos hecho y vamos a convertir nuestra determinación en el motor de una revolución pacífica que no podréis ni soñar en detener.



Nosotros sustentamos la nación con nuestro trabajo y sostenemos al estado con nuestros impuestos. Nosotros parimos los hijos, los educamos para que continúen manteniendo la nación cuando les llegue el turno y los alojamos en nuestras casas más tiempo del necesario para su vuelo. Y vosotros no habéis hecho vuestra parte del trabajo.

Ahora no tenemos pan para alimentar a muchos de los nuestros. Ahora una generación entera mejor preparada que ninguna otra antes está agonizando sin futuro. Por vuestra culpa.

Ahora lo sabemos: con vuestra hambre de prebendas y vuestra medrosa intemperancia habéis vendido nuestro país y nos habéis vendido a nosotros. Lo peor es que también queréis que paguemos la factura de vuestras pavorosas componendas.

Nosotros cuidamos de los ancianos, mantenemos el ritmo económico del país y hacemos que el progreso sea una realidad para todos inventando internet, descubriendo los principios activos de los medicamentos, aportando ayuda para paliar cualquier desgracia colectiva, viajando a lugares remotos para llevar consuelo o conocimientos, creando los puestos de trabajo y limpiando el chapapote mental con que vuestra negligencia nos roba vidas, haciendas y esperanzas.

Somos nosotros los que morimos por vuestras decisiones, demasiadas veces equivocadas: y es que nosotros ponemos los muertos en los accidentes, en los atentados, en las guerras y en las catástrofes. Vosotros solo nos miráis desde arriba, insaciables, pidiendo más y más y más.

Ahora, cuando las cosas van mal, así sea individual o colectivamente, seguimos siendo nosotros los que apechugamos para salir del hoyo que vosotros cavasteis. Y de paso os sacamos también a vosotros, ingratos, que encima sonreís y os ponéis la medallita que solo es de la masa, de la gente, de la muchedumbre. De la ciudadanía. Nuestra. Y ya hemos llegado al final de nuestro aguante.

Hasta hoy os hemos pedido poco, muy poco. Solamente que no metierais mano en la caja, que no anduvieseis a la gresca por una silla apenas unos centímetros más alta que la otra, que conocierais y respetarais la Constitución, que entendierais nuestras necesidades como sociedad, que fuerais demócratas en el más estricto sentido de la palabra y que protegierais a los más frágiles de entre nosotros. Los servidores públicos sois vosotros y estáis a nuestra disposición, pero lo olvidasteis hace décadas y vendisteis muy barato nuestras vidas, nuestras haciendas, nuestras esperanzas.

Os pedimos muchas veces que nos respetarais como a iguales, que dejarais de perder el tiempo en nimias controversias sobre el tamaño de vuestros egos, enormes por demás. Os gritamos que fuerais más constructivos, capaces y tolerantes, que no dierais tan mal ejemplo a todos los que os hemos estado mirando, atónitos.

Ha llegado el momento de recordaros algo muy importante: este país es nuestro, no solo vuestro. Y os lo vamos a hacer saber con cuanta determinación y esfuerzos sean necesarios.

Ha llegado el momento. Vamos a recuperar nuestras vidas,nuestros hijos, nuestras haciendas y, por encima de todo, nuestras esperanzas y nunca más volveréis a robárnoslas.

Ha llegado el momento. Somos más y cada uno de nosotros vale más que todos vosotros juntos porque a nosotros nos mueve la confianza en el nuevo tiempo al que pertenecemos y no vuestro miedo a perder un tiempo que ya murió.

Ha llegado el momento. Vamos a recuperar la sociedad de una nación a la que queremos más que vosotros, con más sensatez y mejores capacidades. Una sociedad que sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere; una sociedad segura de sí y que sabe bien lo que no quiere: a vosotros.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Madre no hay más que una

Hay un dicho chino que creo que resume perfectamente el papel que, a mi modo de ver, debería tomar la sociedad respecto de la maternidad: "Si deseas hacer fuerte al hijo, ayuda a ser fuerte a su madre." (No recuerdo el autor).
El ser madre implica una enorme responsabilidad, sin embargo para disponer de esa "habilidad para responder" a la situación como es debido, toda madre debe disponer primero de una situación de estabilidad emocional, social y económica adecuadas.
En un mundo ideal lo lógico sería apoyar a toda madre en el proceso, para así permitir que el hijo pueda recibir directamente de su única madre natural los cuidados y las atenciones necesarias. Pero no nos encontramos en un mundo así, nos encontramos en un mundo en el que los seres humanos mueren de hambre, no sólo en los llamados países tercermundistas. Vivimos en un mundo donde los Derechos Humanos lucen por su ausencia y donde se cometen constantemente injusticias en nombre de la justicia. Vivimos en un mundo egoísta y frío, materialista y desequilibrado, enfermo y corrupto, desalmado y estresado, explotado y contaminado. Realmente es un milagro que haya personas que en estas condiciones todavía sean capaces de ofrecer ternura, consuelo, comprensión, amabilidad, apoyo y lo que es más importante amor.
Un bebé que llega a este mundo y tiene una madre dispuesta a dedicarle su vida, su energía, su tiempo, su esfuerzo y su único e irremplazable amor de madre ( pues como todo el mundo sabe: "Madre no hay más que una."), debería poder disfrutar de todos esos regalos que le corresponden por derecho, un derecho natural y por encima de toda opinión, religión, política...Pero, desgraciadamente, son muchos los que opinan que apoyar a una madre es caro y muy complicado, implica un largo proceso, por lo que resulta mucho más práctico y apropiado, el ignorar el derecho del hijo a disfrutar de las atenciones de su madre y entregar al menor a su familia o a terceros. El menor, de ser preguntado, diría que quiere estar con su mamá, ya que la sabia Madre Naturaleza, en el larguísimo proceso de la evolución ha dotado a todo recién nacido de ese instinto para diferenciar a la madre del resto. Sin embargo, nada más fácil en nuestro actual mundo materialista y desnaturalizado, que ignorar la necesidad del menor de disfrutar del amor de su madre y todo lo que él conlleva, basándose en factores, que vistos con más detenimiento acaban siempre significando costes económicos. Una vez más el poder del dinero se superpone al poder del amor. Lo que es más absurdo, es que sea en nombre de los Derechos del Menor y del bien social. Desgraciadamente no estoy teorizando sobre un tema lejano, estoy hablando de una realidad que conozco perfectamente, estoy hablando de mi propia experiencia.
La experiencia de una madre a la que le ha sido declarado su hijo en "situación de desamparo". Nunca pensé que algo así me fuera a ocurrir precisamente a mí. Pero ha ocurrido y por ello me siento en la obligación de publicarlo, para poder dar mi visión de los hechos y de cómo se ha llegado a esta situación. Me siento víctima y como toda víctima, a pesar del sufrimiento y de la sensación de injusticia, de la vergüenza y de la sensación de indefensión y debilidad, tengo el derecho y la fuerza a denunciar y a hacer pública mi historia, con la esperanza de que a alguien le pueda servir de inspiración o de ayuda.
Se requiere mucha fuerza de voluntad y mucha valentía para enfrentarse a situaciones en las que arriesgamos lo más valioso que poseemos. Yo no poseo nada, así que no soy valiente, ya que no tengo ya nada que perder, me lo han quitado, me lo han robado. Pero el amor de una madre puede dar fuerzas sobrenaturales a aquellas que saben escuchar a su amor interior. Ese es mi caso, me siento capaz de cualquier cosa para devolver a mis hijos a su madre, porque sólo me tienen a mí, yo soy su única madre. Recuperarles a ellos es recuperarme a mí misma.
Ahora vuelvo a caminar con paso firme, a correr, a volar hacia mis amados y el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Mientras hay vida hay esperanza y en toda situación difícil, al final del camino, hay un regalo esperándonos. El regalo que a mí me espera es le mayor de todos los regalos, el amor puro y sincero, el incondicional y espiritual. Mientras vivamos por y para el amor, nada está perdido. Ya no soy una "madre desamparada", ahora vuelvo a ser una "madre amparada". Mis hijos vuelven a tener a una madre en situación de amparo, no el social, no el económico, pero sí el del amor. Me siento amparada por el amor que nace de mí para mis hijos y que me da fuerzas para seguir mi lucha diaria por sobrevivir. Ahora mi lucha es ser la madre a la que mis hijos tiene derecho, más allá de lo que opinen los demás, más allá de lo que dicten las leyes, más allá de lo que hagan con esas leyes las personas que obran en su nombre, porque es lo que mis hijos desean y necesitan, porque es lo que deseo y necesito yo, su única madre, con toda mi alma y con todo mi corazón.